Cuando Alex
Saab, el empresario colombiano y presunto testaferro del dictador venezolano Nicolás
Maduro fue extraditado recientemente a Miami, la mayoría de los medios
destacaron el hecho de que el prisionero podría revelar importantes datos sobre
la corrupción del régimen chavista.
Eso es
cierto, pero la mayoría de los medios pasaron por alto algo mucho más
importante: Saab era el enviado secreto de Maduro ante el líder supremo de
Irán, el ayatolá Ali Khamenei, y podría saber si Irán está enviando misiles de
largo alcance a Venezuela que podrían desestabilizar el equilibrio militar en
América Latina.
Es más, Saab
podría saber si Irán ya envió o planea enviar proyectiles a Venezuela capaces
de llegar a Estados Unidos, de la misma manera en que la ex Unión Soviética
envió misiles nucleares a Cuba en la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Los
funcionarios estadounidenses han estado investigando esto durante al menos un
año.
Cuando le
preguntaron en una audiencia en el Senado de Estados Unidos sobre informes de
prensa de que dos buques de carga iraníes se dirigían a Venezuela y podrían
llevar armas sofisticadas, el Secretario de Defensa Lloyd Austin dijo en junio
que "estoy absolutamente preocupado por la proliferación de armas,
cualquier tipo de armas, en nuestro vecindario".
Un informe
en Politico.com decía en ese momento que "no está 100 por ciento claro qué
transportan los barcos iraníes, aunque hay alguna evidencia fotográfica de que
la carga puede incluir embarcaciones de ataque rápido, que pueden estar armados
y que Teherán ha utilizado con frecuencia para acosar a los barcos estadounidenses
en el Golfo Pérsico".
Desde
entonces, han salido nuevos detalles. Un artículo de portada del 10 de
septiembre en la revista Semana de Colombia citó fuentes de inteligencia
diciendo que entre 12 y 17 aviones iraníes cargados con armas han aterrizado recientemente
en Venezuela, y dos barcos de la armada iraní habían intentado llegar a
Venezuela antes de ser detectados por fuerzas de Estados Unidos y obligados a
cambiar de rumbo.
La carga de
los vuelos iraníes incluía un total de mil 50 misiles, 400 bombas, 500 cohetes,
30 contenedores y 35 radares, dijo la revista.
La razón
principal de Irán para tales transferencias de armas, según varios expertos
militares, sería amenazar a Estados Unidos con represalias en su propio
vecindario si el Ejército estadounidense atacara a Irán o a sus aliados en el
Medio Oriente.
Es difícil
saber si Saab estuvo involucrado en alguna negociación de armas con Irán, pero
hay pocas dudas de que fue un emisario clave, si no el principal, de Maduro en
Teherán.
Gerardo
Reyes, un periodista que acaba de publicar el libro titulado "Alex Saab:
La verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de
Nicolás Maduro", me dijo esta semana que Saab "era el eslabón entre
Maduro y el alto mando iraní para eludir las sanciones de Estados Unidos contra
ambos países".
Hay alguna
evidencia escrita de eso. Los documentos en la corte federal de Miami que
maneja el caso de Saab revelados por el reportero Joshua Goodman de The
Associated Press a principios de este año incluyen una carta de Maduro en la
que acredita a Saab ante el líder supremo de Irán.
Saab fue
arrestado en Cabo Verde hace 16 meses, cuando su avión privado aterrizó allí
para reabastecerse de gasolina y seguir viaje rumbo a Irán.
Las
autoridades de Cabo Verde lo detuvieron a pedido de Estados Unidos, donde Saab
está acusado de varios cargos de lavado de dinero.
Saab dice
que no ha cometido ningún delito y que no colaborará con las autoridades
estadounidenses contra Maduro.
Pero Saab no
es ningún ideólogo revolucionario, y no sería de extrañar que revierta
rápidamente esa postura si es sentenciado a pasar décadas en una cárcel de
Estados Unidos.
Más
importante aún, Saab podría ayudar a determinar qué hay detrás de los
misteriosos vuelos y barcos cargueros que viajan entre Venezuela e Irán.
Ese podría
ser el secreto más explosivo que puede poseer, o por lo menos el que tendría el
mayor impacto internacional.
Twitter: @oppenheimera