Por Jack Ro- Un grupo de artistas de la frontera norte de México y el sur de los Estados Unidos, que buscan internacionalizar sus obras ahora, aglutinados en la Organización Arte-Juárez desde donde anualmente, se expone una muestra de obras artísticas, que van desde la pintura, escultura, fotografía, talleres de grabado, así como de las firmas de los artistas que en él colaboran. El
propósito de esta organización, es la de difundir, desarrollar y promocionar
las obras, en galerías, museos, y espacios públicos. Sus objetivos son
presentar, enlazar y proyectar profesionalmente sus exhibiciones en todo el
mundo, y con la difusión de sus proyectos pictóricos dar a conocer a sus
participantes, las actividades realizadas en los eventos y foros en los que se
presenten.
El
Colectivo cumple 13 años difundiendo el cosmopolitismo cultural en múltiples
exhibiciones que han mostrado sus miembros por todo el mundo. Desde
Norteamérica a Sudamérica, Europa, Asia, Medio Oriente y África.
Las
diversidades del arte universal qué forman parte de la historia de la pintura,
que son influenciadas por el posmodernismo del Nuevo Milenio y que obviamente
ya también se han establecido en la franja fronteriza que impactan en el arte
mismo, desde las escuelas y expresiones de los grandes artistas universales,
así como en los nuevos creadores de estilos en la formación educativa de la
plástica fronteriza.
Desde la
expresión primitiva en las formas de las líneas figurativas con atmósferas
cromáticas, al surrealismo neomexicano, que aborda los temas prehispánicos con
toques de surrealismo contemporáneo europeizados, con influencias de los
artistas clásicos, flamencos del neoclasicismo, romanticismo, expresionismo, y
el hiperrealismo actual con Influencias de Rembrandt, Vermeer, Bouguereau,
entre otros. Artistas mexicanos como Saturnino Herrán, Tamayo, Orozco, Rivera,
Siqueiros.
De
Sudamérica como Fernando Botero y abstractos como Leonardo Nierman, figurativitas
como Rafael Cauduro, expresionistas, impresionistas y surrealistas como
Salvador Dalí, Pablo Picasso, Claude Monet, Paul Cézanne, Van Gogh, Egon,
Schiele, Okuda, Jorge González Camarena, Bouguereau, Ingres, De Madrazo.
También el arte Gore, el estilo Gótico y macabro, Emil Melmoth, Jim Mackenzie,
Takata Yamamoto, Robert Morgan, Ophelia Liu, Kerbcrawlerghost y el arte Body
Paint entre otras.
Sus
antecedentes se remontan a la historia, desde las tribus nómadas que
coexistieron en lo que se denominó “Las culturas del desierto”, antes del
periodo precortesiano donde cazaban, pescaban y recolectaban frutos en los
márgenes del Río Grande y en los manantiales conocidos hoy como el Ojo de la
Casa ubicada en las cordilleras de las faldas de las montañas en Samalayuca.
Ahí en el
pleno desierto se establecieron sus asentamientos humanos y crearon los pirograbados
de Samalayuca, que son un conjunto de entre cinco y seis mil símbolos grabados
en sus piedras, que nos dejaron los pueblos de la Jornada Mogollón.
Nuestra
identidad de símbolos que representan nuestro pasado y nuestro presente
inteligente, y la identidad del misterio racional, de la herencia de nuestra
cultura en la historicidad de sus imágenes ahí representadas, creados a base de
pinturas, que es el lenguaje anterior al pensamiento, incluso al sonido de la
palabra, que han quedado pigmentadas y grabadas en las piedras de la sierra en
tintes de rojo y blanco, donde se efectuaban los ritos en el santuarios de la
cosmografía de los orígenes de los juarenses, que quedaron plasmados en esa
trivialidad efímera de los grupos humanos que dejaron su presencia impresa en
la memoria antropológica de la arqueología de nuestro pasado.
En la
historia pictórica de nuestra región, existen pruebas de pinturas rupestres que
datan del año 6,000 a 3000 a. C. cuando se agruparon las primeras aldeas en la
concentración de grupos humanos en lo que se llamó “Las culturas del desierto” (Samalayuca).
Llegando a los años 1200 a 1300 a. C. es cuando estos pueblos tienen su mayor
esplendor.
Así mismo,
en el año 1450 d.C. Ahumada, es ya un centro de intercambio comercial, era la
frontera de la Jornada Mogollón, un núcleo territorial desde Ahumada,
Samalayuca, la antigua Paso del Norte, ahora Ciudad Juárez-El Paso, que
formaban una misma región, Las Cruces, Deming, Alamogordo, la Presa El Elefante
y Carrizoso.
Los
orígenes de nuestra cultura ancestral son: el primitivismo de la cultura
Mogollón con sus imágenes simbolistas de natura, animalista, cosmográfica y
social cuantitativa, retrogradabas en el santuario de impresionismo religioso
que allí se encuentra, antes de la conquista y después de la cristianización
institucional de la religión impuesta por la colonización con la caída del
Imperio Azteca en 1621, y que prosigue en el siglo XIX , con Porfirio Díaz, con
la cultura afrancesada en la construcción del edificio de la aduana fronteriza.
Las raíces
de nuestro pasado mestizo, criollo, cristianizado, y europeizado en los
antecedentes histórico-culturales de esta ciudad fronteriza que era parte del
Camino Real de Tierra Adentro, también conocido como el Camino a Santa Fe, era
una ruta comercial de 2560 kilómetros de longitud que iba desde la Ciudad de
México, hasta la ciudad de Santa Fe, Nuevo México en Estados Unidos de forma
activa desde mediados del siglo XVI hasta el siglo XIX.
El primer
asentamiento artístico transculturizado de nuestra cultura se llevó a cabo con
la influencia arquitectónica de la cristianización, edificando la misión de
Nuestra Señora de Guadalupe, que fue fundada el 8 de diciembre de 1659, por
Fray García de San Francisco, una construcción con influencias arquitectónicas
del barroco mexicano hecha de barro y de madera.
En todo
este largo lapso pantanoso para el arte fronterizo, desde el siglo XVII hasta
el siglo XIX, con la separación de Texas del territorio mexicano en 1847, y la
Villa de ciudad Juárez fuera frontera con los Estados Unidos de Norte América y
el Presidente Porfirio Díaz creará el inmueble que ocupa hoy el museo de la
revolución, en esta ciudad, mismo que
está junto a la plaza de la misión de Guadalupe; uno de los escasos monumentos
representativos de esta frontera, con estilo arquitectónico híbrido y un toque
afrancesado del siglo XIX.


Que para la
entrevista Díaz - Taft de 1909, fue remodelado el burdo aspecto del edificio de
la Aduana cambiándolo con un aparente lujo decorado y enyesado con materiales
traídos de Francia e importados de Austria. En el periodo posrevolucionario, el
país se desarticuló y la frontera de ciudad Juárez más; iniciaba las
confrontaciones internacionales de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda
Guerra Mundial, que fue donde las alternativas de crecimiento cultural empiezan
a mediados del XX a darle forma a una identidad cultural de los juarenses en la
zona cabaretera, restaurantera y cantinas que fueron el ícono de la identidad
de sus costumbres, creadas en el “pochismo fronterizo” de las influencias del
imperio norteamericano en nuestra educación.
De allí
nace el personaje de nuestra cultura “Tintanezca”, en la hibridez lingüística
de la mezcla del español con el inglés, “espanglish”, de los braceros
migrantes, que viajan al otro lado del río, en territorio norteamericano y
regresaban con su lenguaje popular a nuestra cultura mexicana.

De la
Avenida Juárez a la Mariscal, proviene el origen de la idiosincrasia del
arquetipo del juarense, del modelo personificado por el pachuco “Tin Tan” a
nuestra cultura fronteriza. La transculturización norteamericana, una mezcla de
afro, latina, inglesa, cristiana, mexicana, con pochismos y costumbres e
influencias de la época de los grandes cabarets y lujosos restaurantes, cantinas,
hoteles y prostíbulos de la vida nocturna, que el mismo German Valdez, “Tin
Tan” nacionalizó, y creó como modelo de individuo en la época del cine de oro
mexicano, llamado “el pachuco”, con una forma de vestir y con un lenguaje
autóctono de la frontera, el pachuco, el carnal.
En tanto en
la década de los años sesenta y los setenta edifican una réplica del museo de
Arte Moderno de la Cd. de México, que es una choza de la cultura Maya afiliada
al INBA que se construyó en el año de 1963, como parte del Programa Nacional
Fronterizo (PRONAF). De donde se dio a luz al museo de arte e Historia, en
Ciudad Juárez y abrió sus puertas al público en el año de 1964, precisamente en
el periodo presidencial de Adolfo López Mateos.
Uno de los
objetivos que el PRONAF tenía era la creación de centros culturales y de
diversión a lo largo de toda la franja fronteriza entre México, con los Estados
Unidos. Aquí en Ciudad Juárez se realizó este museo de “Arte e Historia” que
nunca cumplió con los planes de promoción de las artes plásticas fronterizas
como lo señala el programa, el edificio FONART, la sala de espectáculos del
INBA que en realidad no era de la nación, sino del municipio, como el edificio
de FONART basado en la arquitectura de las ruinas de Paquimé.
Hay
movimientos importantes en la plástica del arte fronterizo, como la creación
del flujo de turistas norteamericanos a esta frontera que venían a comprar las
artesanías y a saborear de la gastronomía en las tiendas de la Avenida Juárez y
el Mercado Juárez, denominadas “curiosidades”, nombre que le daban a la
artesanía del mestizaje, la herencia
colonizadora española con nuestra cultura mexicana, de ahí surgieron los
talleres de pintores llamados “panilleros”, que crearon los lienzos al óleo, que
viajaron por todo el mundo, y de donde surgió la primera escuela de pintores
que vivían de su trabajo y donde aprendieron a manejar el óleo.
También
aparece el primer promotor del jardín del arte, Manuel Alcalá, que montó la
primera exposición colectiva inaugurada el 15 de marzo de 1968 en el parque
Borunda detrás de la biblioteca Arturo Tolentino. La entrega del Chamizal y la
creación del Museo de Arqueología e Historia del Chamizal, un espacio que
difunde la cultura prehispánica y las expresiones artísticas de esta zona y del
país.
Con una
colección de fósiles encontrados en la región y reproducciones en fibra de
vidrio de piezas pertenecientes a las culturas de Mesoamérica y Aridoamérica
(como la Olmeca, Tolteca, Mixteca, Maya, Teotihuacana y Mexica), como los
atlantes de Tula, Chac Mool de Palenque, Talud de Tlatilco, etcétera. Cuenta
con piezas de cerámica original de la cultura de Paquimé, así como un acervo
artístico conformado por pintura, escultura, grabado y fotografía. Es también
un espacio donde exponen sus obras los artistas fronterizos.
Y también
en esos años de la posmodernidad, empieza la primera industria maquilera de la
frontera con la “RCA” y el inicio del cosmopolitismo de este puerto, que
traería obreros de todo el mundo, nacionales y extranjeros, que cambiarían su
anatomía geopolítica, demográfica y arquitectural de su estructura y de la
infraestructura de su cultura.
Los años
setenta, la época más estéril del arte fronterizo que se debe a un fenómeno
apolítico de los políticos del centro del país que dimitieron el progreso de
algo que es imposible reprimir, que es la expresión del arte en la cultura
intrínseca de un individuo, o de un pueblo e interrumpieron abruptamente su
desarrollo, aniquilando todo sentimiento a su progreso y prejuiciado su
utilidad en la educación y sensibilidad de la sociedad juarense creando un tabú
politizado con una anticultura en la educación del fronterizo, para alejarlo de
él; podríamos decir que lo único sobresaliente en esa década fue el acertado
impulso de los juarenses por crear la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
En la
década de los ochentas nace un movimiento artístico de la plástica fronteriza
donde un grupo de poetas, pintores, actores, músicos, periodistas e
intelectuales, se agruparon en aquello que se conoció como la Plaza
Cervantina, creándose dos talleres de
artes plásticas, y una galería de nombre “Rellenare”, independientes al museo
institucional del INBA que impone la cultura del centro del país y ofrece sus
salas para exhibir sus trabajos, donde, si no figurabas como miembro de su
Instituto eras excluido como artista.
De los dos
grupos denominados “La Plaza Cervantina” y “El Jardín del Arte” surgieron
grandes personalidades del ambiente de la cultura plástica que han sembrado
obras, exponiendo en la nación e internacionalizado el arte plástico de esta
frontera, los miembros de la Plaza Cervantina, hicieron la primera muestra de
Arte Regional con el (COLEF) denominada Arte y Cultura en la Frontera Norte.
En los años
noventa, con la toma pacífica del INBA, donde surgió el COMCA (Consejo
Municipal para la Cultura y las Artes) y después el CEMA (Centro de Educación
Municipal de las Artes) y el ICHICUL (Instituto Chihuahuense de la Cultura),
donde posteriormente se hicieron los cimientos para el teatro más importante
del norte de México: “Centro Cultural Paso del Norte”.
Creándose
dos salas de exhibición una el CCPN denominada sala de usos múltiples y la otra
en el CEMA diseñada por Liza di Georgina. Y la galería del Instituto Municipal
De Investigación y Planeación (IMIP) un organismo público descentralizado del
Municipio.
En las
últimas dos décadas del siglo XXI se han abierto dos salas de exhibición, una
ya fue cerrada, las dos que aún permanecen activas son: La Sala de Arte Germán
Valdés “Tin Tan”, abierta al público el 10 de agosto de 2016, a través del
Instituto Para la Cultura del Municipio de Juárez (IPACULT) y el Centro
Cultural de la Fronteras de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Un espacio
dedicado al arte, la ciencia y la cultura para las expresiones artísticas de la
comunidad cultural de Ciudad Juárez y El Paso Texas, y la galería del IMIP, que
cerró sus instalaciones, plaza donde inició las muestras del colectivo.
Jack Ro